Dolencias de brazo, cuello y/u hombro
LER / RSI / CANS / Síndrome del ratón

‘Dolencias de brazo, cuello y/u hombro’ es un término general que se utiliza para las dolencias que pueden causar dolor, rigidez, pérdida de fuerza y/u hormigueo en la zona que va desde el cuello hasta la mano.

A menudo se considera que las dolencias de brazo, cuello y/u hombro es un problema relacionado con el trabajo, pero no tiene por qué ser así. Las quejas también pueden surgir en casa o donde practica deportes. Estas se conocen en la jerga como brazo de ratón, cuello de tableta, muñeca de smartphone, pulgar de Gameboy o pulgar de WhatsApp.

Descripción de la afección

‘Dolencias de brazo, cuello y/u hombro’ es el nuevo nombre de las molestias que antes llamábamos LER (lesión por esfuerzo repetitivo). El antiguo nombre sugiere que las dolencias son siempre el resultado de realizar una determinada actividad o movimiento de forma repetitiva. Dado que no siempre es así, el término LER se ha sustituido por el nombre ‘dolencias del brazo, cuello y/u hombro’.

Se ha comprobado que aproximadamente uno de cada cuatro trabajadores sufre, en mayor o menor medida, dolencias de brazo, cuello y/u hombro. Estas dolencias tienen un inicio insidioso y empeoran gradualmente si no se hace nada respecto a la causa y pueden provocar graves limitaciones tanto en el trabajo como a nivel personal.

Las dolencias de brazo, cuello y/u hombro pueden clasificarse en molestias específicas y molestias inespecíficas. Algunas dolencias específicas son, por ejemplo, codo de tenista, codo de golfista, síndrome de salida torácica (SST) o tendinitis. Cuando no puede establecerse un diagnóstico claro, las molestias
son inespecíficas.

Causa y origen

Dolencias de brazo, cuello y/u hombro suelen estar causadas por la realización frecuente (posiblemente forzada) de las mismas acciones con el brazo. Sin embargo, también pueden producirse si alguien pasa mucho tiempo en la misma postura, lo que provoca una tensión excesiva en el brazo, el cuello o los hombros. Algunos ejemplos son: sentarse frente al ordenador durante mucho tiempo manteniendo una postura incorrecta, trabajar en una cadena de montaje, pintar, hacer deporte, etc. Por lo tanto, estas dolencias no se desarrollan debido a un accidente en el que alguien se lesiona el brazo, el cuello o el hombro.

Clasificación de los factores de riesgo
Se sabe que son muchos los factores que aumentan el riesgo de provocar las dolencias de brazo, cuello y/u hombro. Se dividen en tres categorías:

Categoría 1
La primera categoría incluye factores personales como el sexo femenino y el mal estado físico.

Categoría 2
La segunda categoría contiene factores ambientales en el hogar. Puede tratarse de un lugar de trabajo mal diseñado, una elevada carga de trabajo o un jefe o, en su caso, compañeros que pueden resultar irritantes.

Categoría 3
Están los factores relacionados con la actividad, que constituyen la tercera categoría. Se trata de acciones que hay que realizar y de la falta de variedad en las mismas.

En realidad, las dolencias de brazo, cuello y/u hombro se basan siempre en una combinación de los múltiples factores antes mencionados.

Signos y síntomas

Dado que ‘dolencias de brazo, cuello y/u hombro’ es un término muy general, los síntomas también pueden variar enormemente.

Los síntomas más frecuentes son:

• Dolor y/o rigidez en el cuello, los hombros, el brazo o la mano.
  
• Pérdida de fuerza.
  
• Hormigueo.
  

Otras características son:

• Los síntomas se desarrollan gradualmente y empeoran progresivamente.
  
• Los síntomas se agravan con la tensión, la actividad o el estrés.
  
• Los síntomas se agravan cuando se mantiene una postura durante mucho tiempo o cuando se repiten ciertos movimientos una y otra vez.

Diagnóstico

Un médico o fisioterapeuta le preguntará por las molestias y cómo se han desarrollado. Si las dolencias se desarrollan como consecuencia de un accidente o una caída, se descartan de entrada las dolencias de brazo, cuello y/u hombro.

Durante la exploración física, se determinará si se trata de una condición específica o inespecífica. Se evaluarán la postura, la tensión muscular y la movilidad de las articulaciones. Por lo general, no es necesario realizar pruebas adicionales en caso de estas molestias.

Tratamiento

Es importante actuar con rapidez ante la aparición de los síntomas para evitar que se agraven. Hay que restablecer la relación entre la tensión (lo que se exige al cuerpo) y la capacidad (lo que el cuerpo puede soportar).

Si no se elimina la causa de los síntomas, éstos tampoco desaparecerán. Junto con un fisioterapeuta, es posible examinar qué factores de riesgo causan y/o mantienen los síntomas.

La forma en la que se gestiona los síntomas es muy importante. El tratamiento se centrará en la postura (de trabajo), la movilidad de las articulaciones y la condición física. Aunque a veces puede tardar mucho tiempo, la recuperación de las dolencias de brazo, cuello y/u hombro suele ser bastante posible.

Ejercicios

Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

Referencias
Heemskerk, M.A.M.B., Staal, J.B., Bierma-Zeinstra, S.M.A., Haan, G. de, Hagenaars, L.H.A., Lanser, K., Windt, D.A.W.M. van der, Oostendorp, R.A.B. & Hendriks, H.J.M. (2010). KNGF-richtlijn. Klachten aan de arm, nek en/of schouder (KANS). Jaargang 120. Nummer 1.